Aquí estás, una vez más, con el corazón roto. Creíste que ella era el amor de tu vida y aquí estás, dándote cuenta que hasta el amor eterno tiene fecha de vencimiento. ¿Qué pasará con la prometida luna de miel en París? ¿Qué pasará con la mascota que iban a adoptar juntos? ¿Qué pasará con el cepillo de dientes que dejó en tu apartamento? ¿Qué pasará con el uniforme de sexy-enfermera que usaría contigo este fin de semana? Pasará que te dejaron (por otro).
¿Quién las entiende, cierto? Ayer estaba feliz contigo, y hoy todo se acabó. Bueno, es verdad que ayer estaban peleando, pero asimismo es verdad que siempre había sexo de reconciliación después de toda discusión. ¡Era hermoso! Tú la sorprendías trayéndole una pizza doble queso, su preferida. Ella te agradecía recordándote su intolerancia a la lactosa. Tú tratabas de suavizar la falta de delicadeza, diciéndole entre chiste y chanza que sólo tenía intolerancia a tus amigos. Ella se enfurecía poniéndose en modo ‘no me pasa nada’. Tú le reclamabas haciéndole ver que el universo no orbitaba a su alrededor y que era imposible saber cada cosa que no le gustaba. Ella te respondía con una mirada recargada de desprecio. Tú decidías abandonar la batalla, pero ella de inmediato susurraba:
- ¿Te vas a ir… así no más?
Y sí, luego, inexplicablemente, te premiaban con un apareamiento rabioso. Pero ayer no ocurrió eso. Ni hoy. Ni tampoco mañana. Debes aceptar que hasta aquí te trajo ese río sentimental. La buena noticia es que la compañera de trabajo que también te imaginaste como sexy-enfermera, está soltera. La mejor noticia es que los daños que te deja el amor, pronto te despertarán un poder de seducción que no sabías que existía.
Eso sí, antes, debes superar las siete fases del despecho certificadas por el MLM (Movimiento de Liberación Masculina), para saber si mereces el ascenso. Muchos son los llamados, pocos los elegidos. Un ligero traspié en el proceso de evaluación y serás obligado a esperar hasta el próximo corazón roto:
Fase 1 – Macho herido: Todavía te acuerdas de los correos electrónicos donde cada palabra era de un color distinto y estaban saturados de signos de exclamación!!!!!!!!!! Ahí había verdadero amor digital, potencializado por dos preciosos ositos que abrazaban un enorme corazón con chispitas animadas. Hoy, la historia es distinta. El correo te llegó sin asunto, usando la fuente predeterminada y con una escueta línea que decía: “Necesito espacio. Cuídate. Sigamos siendo amigos”. Casualmente, ese espacio que ella necesita, es el mismo que ocupa tu cuerpo.
Fase 2 – Memoria selectiva: En esta etapa, la memoria es truculenta. Recuerdas lo bueno y olvidas lo malo. Recuerdas cuando tu ex novia te regaló el televisor para que disfrutaras tus ‘domingos de fútbol’ y olvidas cuando te reclamaba porque nunca querías salir los domingos. Recuerdas cuando te regaló vacaciones en un crucero por el caribe y olvidas que lo cargó a tu tarjeta de crédito. Recuerdas cuando te regaló un inolvidable trío con su mejor amiga y olvidas que eso sólo pasó en tu imaginación.
Fase 3 – Memoria invertida: La misma memoria selectiva de la fase anterior, pero al revés. En otras palabras, recuerdas cuando tu ex novia te regañó en público y olvidas que antes la habías regañado tú, o recuerdas cuando se saboreaba con el vecino adolescente y olvidas tu carpeta confidencial de porno.
Fase 4 – Campaña de reciclaje: “¿Aló? ¿Tatiana? ¡Feliz cumpleaños!”, “¿Aló? ¿Naty? ¡Feliz Navidad!”, “¿Aló? ¿Shoshana? ¡Feliz Janucá!”, “¿Aló? ¿Rosario? Lo siento mucho. Cuenta conmigo. Si algún día necesitas hablar con alguien, estoy para ti”.
Fase 5 – Macho herido recargado: Una reconquista vuelve al punto de partida de una conquista, cuando se ha dejado de echarle leña al fuego. Por eso, motivado por la impotencia de revivir tu pasado sentimental, la depresión y la pereza, sacas tus mejores armas para no dejar apagar la llamita que resta en el corazón de tu ex. Le envías flores, muchas flores. Le envías chocolates, muchos chocolates de esos que venden para las intolerantes. Le envías un poema de tu puño y letra, copiado de una canción. Le envías un tierno osito de peluche; más bien un osote de peluche del mismo tamaño de tu arrepentimiento.
Fase 6 – Rogar y rogar: Y cuando todo falla, recurres a la bomba atómica de las reconquistas: una serenata. Mejor aún: una serenata completamente borracho. Siguiendo el ejemplo del estudiante reprobado que quiere pasar el año implorándole misericordia a su profesora, tú llegas a la casa de tu ex para castigar a los vecinos con tus problemas amorosos, armado de mariachis, en un sentido evento que tú crees que ocurre así:
- Damas y caballeros, muy buenas noches. Perdonen si interrumpo el sueño de muchos de ustedes, pero este es el último recurso que tengo para recuperar a la mujer de mi vida… Aquí estoy, amor mío -haces una breve pausa mientras diriges tu mirada a la ventana donde debe estar durmiendo tu ex, y luego continúas-, arrodillado y con mi corazón colgando en tus manos. Si después de escuchar nuestra canción decides que este es el fin, lo entenderé; pero… ¡no podrás evitar que te ame para siempre!
Sin embargo, cualquier vecino que sufre los efectos colaterales de la bomba atómica del despecho, puede confirmar que más bien ocurre así:
- ¡Maríaaaaaaa! Ay juepucha, jajaja… Quise decir ‘Marta’, ¡Martaaaaaaa! *Hip* ¡Aquí estoy! ¡Perdón! *Hip* *Hip* ¡Perdóname, ya deja el show! ¡Mira lo que te traje! -haces una breve pausa mientras vomitas, y luego te diriges a los mariachis- ¡Toquen, toquen lo que sea! ¿O pa’ qué fue que les pagué? *Hip* ¿Acaso mi plata no vale?
Fase 7 - ¿Te acuerdas de la sexy-enfermera del trabajo?: Ella te tiene ganas. Tú le tienes ganas. Un clavo saca otro clavo. Llevarla a tu cama está a la vuelta de la esquina, lo difícil será separarse de ella cuando te aburras.
Si pasaste por cada una de las anteriores fases, acabas de reprobar el examen y no hay súplica que logre salvarte de un próximo corazón roto. Si empezaste en la Fase 1 y saltaste directamente a la Fase 7, ¡felicitaciones! Los pasados despechos han transformado a tu corazón en una roca, y has descubierto que la indiferencia obtiene más resultados que el romanticismo. No te extrañes que, muy pronto, tu ex vuelva a contactarte porque ella no ha superado que tú la superes tan rápido.
Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.
Lucano Divina
Comandante Macondo de la Revolución Animal
Selvas de Suramérica, diciembre 06 de 2012
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